Este jueves manifestación en La Felguera contra el desmantelamiento de los ferrocarriles de ancho métrico en Asturies, por la finalización de las obras pendientes, por la defensa de un tren eficiente, social y sostenible.
¿Hasta cuándo, Renfe, vas a seguir abusando de nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo seguirás vistiéndote de Empresa Privada y manejando con esa cara el Criterio de la Rentabilidad para cumplir las órdenes del Señor y jorobiar a la gente viva? ¿Te parecía poco haber estado años cerrando líneas y suprimiendo trenes, que mal que bien servían a la gente, por la monserga de que no eran rentables para ti, ricura, como si hubieras venido al mundo para eso, no para cuidar y aumentar los ferrocarriles, no, sino para quitar trenes y cortar tráfico ferroviario y condenar a la gente y sus mercancías a los autobuses, a los camionazos y al auto personal?
Y ¿qué sorpresa nos tienes preparada para después de ésta? ¿Qué otro trocito de ferrocarril que cortamos por falta de rentabilidad, qué tramo de vía de hierro que desmontar, qué más trenecitos que machacar en sacrificio al Señor del Auto y a su viejísimo Futuro? ¿Te vas a poner a ahorrar algún otro piquito a costa del servicio de la gente, a ver si compensas los millones de millones del esperpento del Alta Velocidad (a ése no hay que pedirle rentabilidad, ¿verdad, preciosa?), que con la centésima parte se habrían cubierto todas las faltas de rentabilidad de que te quejas y manejas?
A ti, nacida para destruir el ferrocarril de la gente y servir al ideal del Auto de Dios muerto, a ti, Renfe, ¡que te parta un rayo! O más bien, como de lo alto no va a caerte nada, porque ahí tienes enchufe, ¡que te trague la santa tierra para siempre!